Empezaremos la ruta por la calle "Portaferrissa" en cuya entrada un mosaico recuerda que aquí había una de las entradas de la muralla medieval de Barcelona. Cruzaremos esta calle repleta de tiendas y bares hasta llegar a la plaza Nova donde está el famoso Mercado de Santa Lucia.
Continuaremos por la calle de la Palla para poder apreciar restos de la antigua muralla romana. Desembocaremos en la calle Ferran y desde aquí nos dirigiremos al centro neurálgico
de la ciudad, donde está el Ayuntamiento y el Palacio de la Generalitat, el gobierno autóctono
con estilos arquitectónicos variados ya que a medida que se iban comprando los solares de 
los alrededores se iban ampliando sus dependencias. Fácilmente destacable uno de otro por la estatua de Sant Jordi que corona el Palau de la Generalitat.
Desde aquí ascenderemos ligeramente por la Calle Paradís donde veremos una rueda de molino incrustada en en suelo desde donde los romanos refundaron la ciudad, el Monte Taber. Huella de ello las cercanas cuatro columnas del antiguo Templo romano de Augusto.
Retomamos el paseo por la calle Llibreteria, luego la calle Veguer hasta la Plaza del Rei. 
Una plaza realmente encantadora donde la música de los artistas nos transportan a un pasado muy lejano. En las escalinatas de esta apacible plaza en su día Fernando II el Católico saliendo de la capilla de Santa Agata fue víctima de un atentado del cual salió ileso. Continuamos por la calle de la Pietat bordeando el cimborrio de la catedral, la calle del Bisbe para finalizar en la avenida de la Catedral.
